miércoles, 15 de junio de 2011

La operación y estancia en el hospital.

El día 8 de junio llegó el momento de la operación, bastante tranquilo para lo que se podría esperar y después de esperar toda la mañana, finalmente me bajaron al quirofano a eso de las dos de la tarde. Ya desperté en mi habitación y la pierna la tenía vendada hasta la altura del muslo. Cuando la movía notaba un dolor muy agudo a la altura de la rótula, pero poco después comprendí que se debía a que el nuevo ligamento cruzado había salido del tendón rotuliano.
Esa noche pude dormir bastante bien para lo que me temía y tras pasar otro día con su noche incluída en el hospital, finalmente me dieron el alta y salí la mañana del 10 de junio. Para mover la pierna era imposible y cualquier movimiento tenía que ser ayudado por algún alma caritativa.
Esos días en el hospital me pusieron una maquina que te obliga a doblar la rodilla hasta determinado ángulo, que debo reconocer llegué sin gran dificultad. Tal vez lo peor fue cuando antes de dejarme salir, tuvieron que sacar de mi rodilla los tubos para el drenaje que tenía desde la operación. Un poco desagradable pero.... se pasa rápido.

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